Translate

viernes, 16 de octubre de 2015

Pero yo sí lo sé y con eso me basta.

Me desperté soñando que estaba a tu lado, que la persona que me abrazaba eras tú, que el que me susurraba que me quería tenía tu nombre, que las manos que acariciaban cada extremidad mía eran prolongaciones de tu cuerpo, que esa carcajada matinal era la misma melodía que desprendías, que todos los objetos que nos rodeaban eran de tu habitación, que las sábanas que cubrían mi cuerpo desnudo pertenecían a tu cama; aquella en la que quise dormir desde el momento en que te acercaste a mi.

Me desperté soñando que estaba a tu lado, que la imaginación era sinónimo de la realidad, que mi subconsciente no me había traicionado, que al final habíamos hecho caso al destino y a la lógica, que nuestras manos eran una y que mi voz era entrecortada por tus suspiros.Que en esta vida no quiero otro besos, que me da igual el mundo entero si mis curvas no se adaptan a tu cuerpo, que me odio por no ser ella; por no poder quererte ni la mitad de lo que ella lo hace pero... pero este sentimiento es algo distinto; algo que te mata y te hace más fuerte; algo que te llama a gritos pero que calla como si no pasara nada, como si pudiera seguir respirando sin tu aliento.

Me desperté soñando que estaba a tu lado, que ya no tenía que fingir que mi corazón era capaz de latir estando tú lejos, que en mi cabeza había un sueño que se ha hecho realidad y que quería contarle al mundo entero que tú eres mi mitad; esa que a pesar de estar a una gran distancia, es capaz de hacerme temblar con tan solo el recuerdo de cada noche que deseé entrelazarme a tu cuerpo.

Y grité que te amaba, que tú eres la suerte de mi vida, el sueño que anhelo, el sol de mi luna, el cigarro de después, el chupito de antes, el sí de mi ¿te importa? y el no de mi ¿me quieres dejar en paz?. Y grité que aun estando tú en el cielo y yo en el infierno el calor que mi cuerpo disipaba era lo suficientemente tentador como para acercarme a ti, que en invierno solo hace frío solo si tú me vas a abrazar, que no existe la lluvia si no me vas a besar debajo de ella.

Que nadie más te cuida y que solo yo te entiendo; entiendo cada una de tus salidas y venidas, cada vagabundeo y todas esas caídas, cada sí y cada no, cada 'te quiero' y cada 'te odio', cada sonrisa seguida de una mirada atroz y cada 'solos tú y yo'.  Claro que te entiendo, entiendo todo y más de ti, entiendo como eres y lo que haces pero... pero... pero no hay palabras para explicar porque te quiero y no al mismo tiempo.

Solo sé que me pegaría media vida acostada sobre tu pecho, que te miraría a los ojos para comprobar si brillan tanto como los míos, que sonreiría como una niña cuándo me hicieras cosquillas, que me acercaría lentamente a tus labios para besarlos de una manera tan apasionada que  nuestra vida parecería una película, que dejaría que acariciaras cada parte pudenda de mi y por supuesto que mi sábana sería lo único merecedor de evitar que estuvieses dentro de mi. 

Lo sé, sé que tú no conoces nada de esto, nada de lo que aquí pasa ni lo que se siente siendo la tercera persona de turno; esa que te llora y te ríe cada una de las historias que vosotros dos compartís. Lo sé, sé que no sabes  yo alguna vez seré  la que se adueñe de tu labios y en ese momento no querré soltarlos nunca. Lo sé, sé que no sabes nada pero yo sí lo sé y con eso me basta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario