Tú, yo y el resto.

Esta noche no me importa el que dirán. 
No me importa cómo nos miren, ni lo que piensen, ni cuanto lleguen a odiarme ellas y ni siquiera lo que consideres tú mismo oportuno.
Me trae al pairo cada uno de esos sentimientos que se puedan romper, y si mi mente logrará dejar de pensar en lo único que necesita para funcionar. 

Esta noche solo quiero correr a tu lado.
Correr hacia un futuro que en nuestras vidas se implantó antaño. Un futuro que debería ser NUESTRO, NO VUESTRO.
Ya he estado demasiado tiempo quieta, dejándome llevar por el frío invierno y por cada una de las hojas que es su momento eran tan vivaces como mis ganas de ser tuya.
Ya no quiero parar. No. necesito salir corriendo de aquí, pero siempre a tu lado.

Esta noche solo quiero volver a ser tuya.
Y digo volver, porque en su momento, aunque no fuera físicamente, los dos fuimos nuestros. Y digo volver, porque a pesar de tu falta de raciocinio para percatarte de que los dos somos uno, compartimos algo que no está escrito en este mundo, ni siquiera en estas burdas palabras.

Lo nuestro es algo inaudito, algo deseable, algo añorado, algo que debería haber ocurrido hace mucho tiempo. Algo que quiere pero no puedes... o ¿puedes pero no quiere?

Tú y tu manía de desquebrajar cualquier plan que mi mente realice. Yo y mi manía de ponerte las cosas difíciles aunque me esté rompiendo por dentro. En el fondo me gusta ser así, pues no hay mejor mezcla de aquellos dos que son iguales pero distintos al mismo tiempo. 

Esta noche acabaré aquello que empezó hace tanto tiempo.
Las botellas de alcohol tiradas en el suelo. Los cigarros mal apagados. La ropa esparcida por la habitación. Tú y esa mirada que me desgarra el alma. Yo y mi miedo de quebrar lo poco que podemos llegar a tener. Tú y esa mirada cómplice. Yo y mi impasibilidad. Tú y tus canciones. Yo y mis letras.

Ven conmigo.

Quememos el miedo, el no, el ojalá, el tal vez, el ¿y ellos?, el ¿y si sale mal?.
Rompamos las reglas, los estereotipos, la vida en general.
Desatemos un vendaval. Creemos un huracán. Formemos una tempestad. 

Tú y esos ojos que se clavan en mi mirada y yo y la imposibilidad de poder controlarme.
Tú y el no puedo y yo y el quiero. 
Tú y el quiero y yo y el ¿quieres?
Tú y el "te pasa algo" y yo y el "(me pasas tú) nada".
Tú y el cigarro que calla y otorga y yo y mis ganas de ser humo.
Tú y esa manía sonreír como si fuera a aliviar algo y yo y esa manía de seguirte el juego de las sonrisas.
Tú y todo y yo y mi todo.
Tú y mi nada y yo y nada.
Tú y tu no y yo y mis quizá.
Tú y tus mentiras y yo y mis verdades.
Tú y tu ganas de ser mío y yo y mis ganas de ser tuya.
Tú y yo. Tú y yo y el resto.