Translate

lunes, 5 de septiembre de 2016

Yo no soy ella.

Yo no soy ella.

Yo no voy a hablarte cada mañana, no te mandaré un mensaje de “buenos días”, no esperaré ansiosa a que me contestes con otro saludo semejante al mío y no sonreiré como una estúpida cuando vea ese mensaje en la pantalla de mi móvil.
Yo no te enviaré cartas de amor y ni las escribiré a un destinatario real, no te dedicaré ni una sola canción de amor en las redes sociales y no colgaré nuestras fotobeso para recibir tantos “me gusta” como populares seamos.
Yo no contaré los días que me faltan para poder abrazarte, no te miraré a los ojos y te diré “te he echado de menos”, no recordaré cada momento a tu lado y se me dibujará en la cara esa sonrisa que a ella le sacas siempre.
Yo no cantaré a tu ventana y ten claro que yo no te daré señales claras y directas. Yo no soñaré con tu figura y no escribiré en Facebook cuánto te amo/quiero/echo de menos. No.
Yo no hablaré sobre lo hermoso que es ese sentimiento que brota de mi corazón y no me sentiré identificada con cada frase que las demás parejas se envíen mutuamente.

Yo no soy ella.

Yo no te pondré las cosas fáciles y no caerás en mis redes somnoliento a causa de las mil y un cursiladas que te he puesto.
Yo no te iré a buscar a casa y me quedaré observando como te marchas de mi lado después de habernos despedido con uno de esos besos que lo dicen todo sin hablar. 
Yo no te pediré que te quedes conmigo después de habernos amado. Eso lo dejo a tu elección. 
Yo no lloraré tu partida y no hablaré a mis amigos de lo perfecto que eres o de otras tantas estupideces que suele decir ella.

Yo no soy ella. Yo soy auténtica.

Yo haré que te sientas de una manera que ella jamás, a pesar de las miles de idioteces que llegó a hacer y decir por ti, logró hacer brotar de tu corazón.
A mi no me amarás siempre; habrá momentos que me odies. Pero ten claro que te odiarás a ti mucho más por amarme a mi aunque ella sea mucho más fácil y dócil que yo.
Yo te haré reflexionar sobre la vida, sobre el porqué de este mundo y sobre ese sentimiento que se despierta en ti cuando me ves a lo lejos.
Yo haré que pierdas tus cabales del todo. Conseguiré volverte loco de odio, de celos, de miedo, de rabia, de amor. Odio por amarme, celos por cada hombre que pase a mi lado, miedo por perderme, rabia por no tenerme tanto como a ti te gustaría y amor porque por mucho daño que yo te haga, siempre acabas amándome más que ayer pero menos que mañana.
Yo no te daré coba y no te piropearé ni te repetiré mil y una veces que te quiero. Yo seguramente te haré enfadar, te insultaré y me reiré de ti para luego pedirte perdón con uno de esos besos que matan sin cuchillo y que resucitan sin espíritu santo.
Yo no iré detrás tuyo. Mi orgullo me impedirá anteponerte a todo. Mi orgullo construirá más de una vez una barrera entre nosotros, pero tú lograrás romperla; de lo contrario no serás tú el que me vuelva loca a mi. 
Yo te haré llorar más de una vez, sufrirás por mi partida y yo me mostraré impasible aunque por dentro me esté rompiendo.
Ella es de quererte y odiarse y yo soy de quererte y amarme. 
Yo no te cantaré a la ventana, prefiero cantar al aire y confiar que en alguna parte del mundo tú estás pensando en mi. El dolor que pueda albergar tu cuerpo por no poder abrazarme será lo que me haga tuya para siempre.

Yo no soy ella. Yo soy atípica.

Soy de las que sienten pero callan, de las que aman en silencio y de las que no ponen las cosas fáciles. 
Yo haré algo que ella jamás hizo y que nunca se percató de que eso debía ser la base de vuestra relación.

Yo te volveré loco. Loco como nadie lo logrará. Loco como tú me vuelves a mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario